El bogavante azul es un producto estrella. Sin duda se trata de uno de los productos procedentes del mar más apreciados por su carne consistente, blanca, fina, y su excepcional sabor. Además, puede presumir de ser el crustáceo de mayor tamaño. En Mariscos Campelo somos especialistas en venta de bogavante para toda la península ofreciendo siempre el mejor producto al mejor precio.
Se suele cocinar en guisos y arroces marineros, pero es sabroso y perfecto para disfrutar también a la plancha como acompañante ideal de salpicones y ensaladas.
El bogavante es un alimento rico en proteínas. Contiene minerales como hierro, potasio, fósforo, zinc y magnesio, así como vitaminas A y B.
Una de las estrellas del marisco procedente de las rías gallegas es sin duda alguna el bogavante azul. De nombre científico Homarus gammarus, no se debe confundir con el bogavante rojo o canadiense, Homarus americanus, que aunque parecidos morfológicamente y de la misma familia, no son la misma especie. Y si nos fijamos, sus nombres ya nos dan una pista clara de cómo diferenciarlos: mientras que el bogavante gallego tiene un precioso color azul con manchas claras, el canadiense tiene tonalidades rojizas y verdosas y al cocerlos, el bogavante gallego cambia a un color rojo intenso y el canadiense se vuelve marrón.
Lo que hace único al bogavante azul es su increíble sabor y el tesoro que guarda en su cabeza, el delicioso coral. Gracias al ecosistema de las rías gallegas la calidad del bogavante es muy superior al resto. Su carne es delicada, blanca, tierna y muy jugosa, y con una intensidad de sabor que supera al canadiense e incluso a la langosta.
El bogavante azul es un producto de primera calidad con una gran cultura gastronómica a sus espaldas y como protagonista principal de infinidad de recetas. Desde preparado simplemente a la plancha hasta como ingrediente principal en una caldereta o un arroz, el bogavante azul gallego es una joya marina digna de los paladares más exigentes.
Algunas curiosidades sobre el bogavante azul
Es un crustáceo algo agresivo y pendenciero y le encanta pelearse con sus congéneres llegando incluso a perder alguna pata o una de sus dos grandes pinzas en las peleas. Pero, no le importa demasiado, puesto que tienen la capacidad de regenerarse y miembro que pierden, miembro que les vuelve a crecer, eso sí, les cuesta un poco desarrollarse.
Las hembras son más carnosas que los machos, por eso están más cotizadas.
Son de crecimiento lento y pueden vivir hasta cincuenta años, ganando un kilo de peso por cada diez años de vida.